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Las Guerras Napoleónicas 

Capítulo XI

Enero a diciembre de 1808 

 

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Inicio Guerra de Independencia Española: 1808

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Las Guerras Napoleónicas: Capítulo XI

Inicio de la Guerra de Independencia Española: 1808

La Invasión Francesa

1808

16 febrero 1808:  Tropas francesas ocupan la ciudadela de Pamplona.

17 febrero 1808:  

Retirada española de Portugal

Godoy, el Príncipe de la Paz y Secretario de Estado del rey Carlos IV de España, ordena que retornen a España los soldados que ocupan Portugal, en apoyo al contingente francés al mando del general Junot, según lo acordado el año pasado en el Pacto de Fontainebleau..

La Península Ibérica ha sido ocupada subrepticiamente por el ejército francés desde octubre del pasado año, aprovechando que está prácticamente desguarnecida de tropas regulares españolas. Demasiado tarde, Godoy teme que la creciente presencia de soldados galos en el reino supone una grave amenaza a su independencia, a pesar de ser oficialmente un estado aliado de Francia.

El ejército español cuenta sobre papel con 107.000 soldados y 30.000 milicianos provinciales, encuadrados en 35 regimientos de línea y 10 regimientos extranjeros, que son los más veteranos, como los de Irlanda, Hibernia, Nápoles o Ultonia. El del Marqués de la Romana se halla con 14.000 soldados de estos regimientos en Dinamarca, y otros 16.000 ocupan Portugal.

Pero entre los regimientos situados en América, Dinamarca y Portugal, y el precario estado del ejército, tan sólo habrá en España 5.000 soldados en condiciones de combatir; a estos habría que sumar las tropas de la Casa Real: 3 compañías de Guardias, otra de alabarderos, un regimiento de infantería, la Guardia Valona y 5 escuadrones de carabineros. Los franceses desplegarán en breve 100.000 soldados en España y Portugal..

Napoleón recibirá la noticia del repliegue español el 7 de marzo, considerándolo una ruptura de lo acordado en Fontainebleau. Ordenará a Junot que destaque a 7.500 soldados franceses en Elvás para evitar acciones hostiles y vigilar de cerca los movimientos de los españoles, mandando más tropas a través de los Pirineos para ocupar las ciudades al norte del Ebro.

Los 6.000 soldados del general Solano se retiran de Alemtejo y los Algarbes a Badajoz y el general Carrafa repliega otros 10.000 de Beira y Tras os Montes a Galicia. Los franceses seguirán al grupo de Solano, sin llegar a iniciar una acción hostil.

20 febrero 1808: Napoleón pone al mariscal Murat al mando del ejército francés en España.

20 febrero 1808: Tropas francesas entran en Barcelona.

29 febrero 1808: Tropas francesas ocupan los fuertes de Barcelona.

17 a 19 marzo 1808:

El Motín de Aranjuez.

Carlos IV de Borbón, rey de España, intenta realizar un programa reformista que mejore su modelo de estado, conocido como el Antiguo Régimen, en franca crisis política y militar.

La crisis política está protagonizada por la propia familia real: el Príncipe de Asturias, Fernando, odia a su padre y a su protegido, el Secretario de Estado Manuel Godoy, que prácticamente es quien rige la nación. El año pasado, Fernando intentó derrocarles a todos, pero el complot fue descubierto y el asunto se zanjó en los Procesos del Escorial, quedando los implicados libres.

El panorama político español está dominado por el poderoso estado vecino, el Imperio Francés. Un grupo de aristócratas e intelectuales admira sus planteamientos más innovadores, algunos herederos de la Revolución Francesa. Estos "afrancesados" apoyan las ambiciones del príncipe Fernando, creyendo que haría reformas similares a las francesas: son los llamados "Fernandinos".

La debilidad militar española se origina en los exiguos presupuestos de la Hacienda, la ruina del Banco de San Carlos, que gestiona los contratos de aprovisionamiento, y la corrupción administrativa de los funcionarios implicados, resultando que el Ejército Español y la Real Armada han perdido casi todas las contiendas libradas en las últimas dos décadas.

La integridad territorial de España está comprometida por su precaria defensa nacional, debiendo depender de Francia, con la cual suscribe una serie de tratados de alianza que resultaban cada vez más perjudiciales, a medida que la hegemonía francesa sobre los españoles aumenta, a costa de sufrir estos graves pérdidas, que culminaron en la derrota de Trafalgar.

El último de estos acuerdos, el Tratado de Fontainebleau, suscrito en octubre del pasado año, consentía a un contingente de tropas francesas atravesar y asentarse en territorio español. Los soldados franceses, bien armados, equipados, adiestrados y con experiencia en combate, superan ya en número a los españoles que podrían oponérseles en iguales condiciones.

Godoy, ferviente partidario de los pactos con Francia, se percata demasiado tarde del peligro que representa el despliegue del Ejército Francés en suelo español, deduciendo que si Napoleón no se decide a invadir Portugal a pesar del tiempo transcurrido, quizás es por que planea antes anexionar España a sus dominios, como ha hecho con otros estados europeos.

El Secretario de Estado sugiere a Carlos IV su salida inmediata del Palacio Real de Madrid partiendo hacia la ciudad de Aranjuez, desde donde podría llegar con rapidez a Sevilla y zarpar rumbo a las colonias en América; la solución adoptada ya por el amenazado rey de Portugal.

El 17 de mayo, los Fernandinos, enterados de la huída, denuncian a Godoy por haber tramado un complot que pretende exiliar a los reyes para quedarse con el poder absoluto. Una muchedumbre enfurecida se agolpa ante la residencia del Secretario de Estado, que logra esconderse. La multitud se venga saqueando sus enseres e incendiando el mobiliario.

El día 19 de mayo los disturbios continúan en Madrid, donde el populacho, exacerbado hasta el histerismo por discursos y panfletos fernandinos, asalta el Palacio Real, encontrado a Godoy oculto en el interior de una alfombra enrollada, siendo conducido a golpes a un calabozo en el cuartel de la Guardia Real. Carlos IV se ve obligado a fingir su desacuerdo con las intenciones de su secretario para salvarle la vida, destituyéndole y ordenando su encarcelamiento.

Los Fernandinos, la mayoría aristócratas, oligarcas e intelectuales apoyados por autoridades eclesiásticas y algunos oficiales del Ejército, presionan sobre el gabinete real, desprestigiando la legitimidad del monarca por su intentona de huída, exigiendo una inmediata abdicación en su hijo como única forma de traer la paz social. Agobiado y temiendo por Godoy, abdica a mediodía.

Fernando VII de Borbón "El Deseado" pasa así a ser el nuevo rey de España, iniciando uno de los peores períodos de su historia.

23 marzo 1808:

Murat ocupa Madrid.

Según lo acordado en el Tratado de Fontainebleau en octubre del pasado año, el gobierno español ha consentido a las tropas de Napoleón atravesar la Península Ibérica con la intención de invadir Portugal. Desde entonces, unos 65.000 soldados han entrado ya en España, y otros 35.000 estarían de camino a los Pirineos.

En teoría los franceses pretenden asentar una ruta de suministros y comunicaciones para mantener su campaña en Portugal, pero en realidad se limitan a ocupar ciudades como Figueras, Barcelona, San Sebastián, Pamplona, Burgos y Salamanca, levantando suspicacias entre sus habitantes, que contemplan como los soldados demoran el inicio de la invasión lusa.

Sin embargo, tras la crisis sucesoria desatada en Aranjuez, el emperador Bonaparte cree que los franceses serán bien acogidos en Madrid, la capital del reino, para supuestamente apoyar al nuevo rey Fernando VII, que cuenta con un importante grupo de seguidores "afrancesados", pero también de opositores, los partidarios de su padre, el recién depuesto Carlos IV.

El 18 de Marzo un bando anuncia a los madrileños que entrarán soldados franceses en la villa, recordándoles que han de tratarlos bien, pues ya se han dado reacciones contrarias a la soldadesca en otras ciudades donde se han asentado, debido a sus comportamientos abusivos.

Hoy entra en Madrid el Duque de Berg y cuñado de Napoleón, el mariscal Murat, quien se comportará de modo despótico: no reconoce ninguna autoridad por parte de la Junta Suprema nombrada por Fernando VII para gobernar España en su ausencia. Mas tarde se atreverá a exigir la devolución de la espada del antiguo rey francés Francisco I, derrotado por Carlos I en Pavía en 1525, pieza conservada en la Armería Real de la villa.

Murat para revista a sus tropas todos los domingos, en un desfile público desde la calle de Alcalá hasta el Paseo del Prado. Los madrileños se sienten ofendidos; y ya el domingo 1 de mayo manifestarán su disgusto silbando al gran Duque de Berg y a su Estado Mayor al atravesar la Puerta del Sol, dirigiéndoles insultos, injurias y burlas.

 2 abril 1808 El rey Fernando VII emite un decreto condenando a los españoles recelosos de los franceses.

10 abril 1808: Napoleón invita a Fernando VII a reunirse con él en Bayona

18 abril 1808:

Motín de Burgos

Después de que Napoleón obtuviese permiso para enviar tropas a través de España por el Tratado de Fontainebleau el año pasado, el primer objetivo de los ejércitos del Imperio Francés fue ocupar las ciudades hispanas en la ruta hasta la frontera de Portugal, para asegurar su ruta de comunicaciones y suministros. Una de estas plazas logísticas es Burgos, donde se acantonaron los 4.000 soldados al mando del general Bessieres.

La soldadesca comenzó a causar problemas a la población progresivamente; pues a las primeras amables y educadas solicitudes de alojamiento, manutención, bienes y servicios se sucedieron exigencias descaradas, que vienen concluyendo en deudas impagadas, escándalos públicos y abusos cívicos de tota índole. Los burgaleses son los primeros españoles en descubrir que los franceses se comportan como conquistadores.

Hoy una muchedumbre de artesanos, armada con palos, herramientas, escopetas y algunas pistolas se reúne en la plaza del mercado gritando "- No hay justicia en Burgos...!" dirigiéndose luego a Huerta del Rey, cuartel general de la división francesa. El general Lefebvre moviliza un destacamento de infantería que abre fuego contra los insurgentes, asesinando a cuatro de ellos. Esta es la primera insurrección antifrancesa en España.

20 abril 1808:

Secuestro de Fernando VII

El emperador Napoleón aprovecha la grave debilidad militar de España y la sumisión a Francia del Secretario de Estado, Manuel Godoy, para implantar su hegemonía en la Península Ibérica, convirtiéndola en otro estado satélite del Imperio Francés, como ha hecho ya con media Europa.

Para reducir la resistencia del pueblo español, Bonaparte decide ocultar sus intenciones ofreciéndose a intervenir como mediador en el conflicto sucesorio surgido en el reciente Motín de Aranjuez,.en cual Carlos IV encarceló a Godoy pero fue derrocado por su hijo, Fernando. Este cuenta con las simpatías de los liberales españoles admiradores de las reformas que siguieron a la Revolución Francesa, los llamados "afrancesados".

Napoleón invitó a Fernando VII, que le idolatra, a dirigirse a Bayona para concertar un enlace matrimonial ventajoso y concretar los términos de su ayuda, con el fin de instaurar un nuevo modelo de estado moderno similar al francés, acabando con el decadente Antiguo Régimen, y haciéndole entrever que los soldados desplegados en España son sus mejores aliados contra los partidarios de su odiado padre, Carlos IV.

Hoy el monarca llega a Bayona, siendo recibido por el propio Emperador y el famoso diplomático Talleyrand. Bonaparte propone a Fernando VII que la mejor manera de llevar estabilidad política España sería que abdicase a favor del Imperio Francés, sacrificio a cambio del cual recibiría el reino de Etruria, con un año de su renta económica por adelantado, concediéndole además en matrimonio a una de sus sobrinas.

Fernando VII se muestra reluctante, siendo retenido cortésmente en un ambiente suntuoso, incomunicado del mundo exterior por constantes atenciones, agasajado con lujos que le distraen de cualquier pensamiento de cautividad. El gobierno y el pueblo español desconocen estas circunstancias, creyendo que su rey está retenido contra su voluntad, cuando en realidad esta ha sido anulada casi por completo, seducida por fruslerías cortesanas.

24 abril 1808: Levantamiento y reclutamiento de tropas a favor de Fernando VII en León.

30 abril 1808:

Secuestro de Carlos IV

Napoleón ha fracasado en la obtención del trono de España a manos de Fernando VII, asi que decide intentarlo con su padre, Carlos IV, a pesar de que fueron las tropas francesas quienes le coaccionaron a abdicar en el entonces Príncipe de Asturias durante el Motín de Aranjuez, que trató de evitar arrestando a su político predilecto, Manuel Godoy, Secretario de Estado, Príncipe de la Paz y ferviente afrancesado.

Carlos IV es invitado por Bonaparte a Bayona con la promesa de reencontrarse con su favorito, al que los militares franceses sacan de la cárcel para malestar de las autoridades españolas, diciéndole además que su hijo Fernando estaría dispuesto a retractarse de lo sucedido en Aranjuez, deseando entablar negociaciones para devolverle la corona de España a cambio de alguna compensación, lo cual es absolutamente falso.

Hoy el anterior monarca de España llega a Bayona acompañado de su esposa Maria Luisa, encontrándose con Godoy, recién llegado de Villaviciosa. En cuanto pisa suelo francés, Carlos IV declara nulos los documentos firmados en Aranjuez, alegando que fueron rubricados contra de su voluntad y bajo amenazas, culpando a Fernando de usurpar el trono, comunicándole en una carta que sus seguidores, los "Fernandinos", serán juzgados por rebeldía y traición.

Napoleón descubre lo profunda que es la fisura de la monarquía española y empieza a concebir un plan para hacerse, al menos legalmente, con el reino de España, presentándose así mismo en principio como mero conciliador.

De momento Carlos IV y su esposa quedarán confinados en Bayona, al igual que su hijo Fernado VII, prisioneros en un ambiente de pomposa ostentación, e incomunicados de cuanto ocurre al sur de los Pirineos.

 2 mayo 1808

Levantamiento del Dos de Mayo.

Los españoles se van percatando de que las tropas francesas, excusándose en la invasión Portugal pactada en el Tratado de Fontainebleau en octubre del pasado año, han ocupado subrepticiamente varias plazas fuertes y ciudades, controlando depósitos de armamento y municiones, dejando al pueblo casi indefenso. Los franceses abusan de la hospitalidad hispana, tornándose arrogantes, exigentes e incluso autoritarios.

Tras retener a Fernando VII y Carlos IV en Bayona, Napoleón se arroga el derecho de ceder la corona de España a quien desee, concediéndole el apoyo de las tropas que tiene destacadas en la Península.

Hace creer al pueblo español que es una situación transitoria y que fallará a favor de uno u otro, pero en realidad pretende que ambos abdiquen a su favor, pensando en entregarle la corona a uno de sus familiares, para sojuzgar España al Imperio Francés como ha hecho con otros estados europeos..

Para no dejar libre ningún otro pretendiente que pueda enfrentarse a sus designios, ordena secuestrar a los tres infantes de la Casa de Borbón que quedan en España: Antonio, Francisco y la Reina de Etruria, que deberán ser conducidos a Francia cuanto antes. El mariscal Murat, Duque de Berg, está en Madrid y será quien organice la operación.

Hoy hacia las 07:00 horas comienzan los preparativos del convoy que trasladará a los infantes españoles a Bayona, que consistirá en dos carruajes de lujo escoltados por un escuadrón de caballería al mando de Lagrange. La noticia se conoce pronto en Madrid y los ciudadanos se agolpan desde el amanecer en las inmediaciones del del Palacio Real.

A las 09:00 horas de la mañana, los vecinos congregados ante el Palacio empiezan a increpar a los soldados franceses, bloqueando las puertas e impidiendo el traslado de los infantes de la familia real: "- Que nos los llevan...! " gritan fervientes las madrileñas.

En el clamoroso forcejeo con el retén de franceses, que se prolonga una hora y media, los vecinos cortan las correas que unen los caballos a los carruajes, y un oficial francés se libra de ser linchado por la intervención de otro oficial español y una patrulla francesa.

Pasadas las 10:30, Murat, que reside cerca del Palacio Real, escucha la algarabía y envía un batallón de infantería con 2 cañones ligeros de campaña que, sin intimidación previa, realizan una descarga de fusilería y metralla sobre la muchedumbre allí congregada. El aterrado gentío huye de la plaza de armas, dejando atrás muertos y heridos, dispersándose por todo Madrid vociferando vengativo:  "- Muerte a los franceses! "

Muchos madrileños se van congregando en la Puerta del Sol portando sables, trabucos, navajas o escopetas de caza, enfrentándose a los batallones de soldados y patrullas de francesas que encuentran. 

A las 10:15 de la mañana, un grupo de madrileños asesina al soldado francés que montaba guardia ante la puerta del cuartel de San Nicolás. Una temeridad, pues el mariscal Murat dispone en Madrid de unos 35.000 soldados bien armados y adiestrados, mientras los civiles amotinados no superan los 7.000 que actúan espontáneamente, sin tácticas ni un mando organizado.

El Capitán General de Madrid, Francisco J. Negrete, concluye que con todos los soldados españoles de las guarniciones locales, unos 3.000, no puede impedir el secuestro de los infantes reales ni ayudar al populacho, tanto por su inferioridad como por la dificultad de ocultarlo a  los observadores franceses destacados junto a ellos, ordenando cerrar todos los cuarteles de la villa

La Junta Suprema de Gobierno, que fue nombrada por Fernando VII para administrar España durante su ausencia, también se abstiene de intervenir para evitar males mayores, delatándose para muchos como partidaria de los "gabachos".

Tras enterarse de que varios franceses han caído, el mariscal Murat cursa ordenes a todos los acuartelamientos de reprimir la insurrección de forma tajante. Los franceses aparecen por las calles de Alcalá, Carrera de San Jerónimo, Toledo, Mayor, Ancha de San Bernardo, Fuencarral y Montera, convergiendo en la Puerta del Sol y otros puntos estratégicos de la villa, como el Paseo del Prado, y los acuartelamientos militares de la capital.

Desde las 11:00 horas se combate en la Puerta del Sol y calles aledañas, escuchándose oleadas de griteríos y disparos. Un cuarto de hora después comienzan a llegar las unidades de caballería, como los temidos jinetes Mamelucos, los Lanceros polacos y Dragones franceses. Hacia las 12:00 horas comienzan a desplegarse las unidades de infantería, apoyadas con artillería

La infantería francesa forma líneas en las calles, barriendo al gentío o ahuyentándolo con descargas cerradas de fusilería y cañonazos de metralla. Los jinetes mamelucos y polacos entran por las bocacalles y cargan contra los madrileños, arrollando a la muchedumbre y dispersándola por completo sobre las 13:00 horas, sumiendo la ciudad acostumbrada al bullicio en un silencio desolador, aunque la lucha continúa en el Parque de Monteleón.

A las 11:45 horas, unos vecinos apiñados ante el Parque de Artillería del Palacio de Monteleón suplicaron una vez más armas para defenderse. Velarde y Daoiz, capitanes al mando de la guarnición de sólo 70 soldados, desobedecen la orden de la capitanía general, arrestan a los observadores franceses y autorizan el reparto de armas, permitiendo entrar a los paisanos.

Enardecidas de ardor patriótico, unas 100 personas entran en el cuartel. Daoiz asume el mando de los soldados profesionales y las baterías, mientras Velarde se encarga de armar, instruir y organizar a los civiles en la medida de lo posible. En 15 minutos logran posicionar 3 cañones en el portón, cuando acude el batallón de Wesftalia y una unidad de Granaderos de la Guardia, enviados por Murat para ocupar el cuartel.

El general Lafranc hace un llamamiento a la rendición  que los encerrados ignoran. En las dos horas siguientes, los infantes alemanes realizan sendos asaltos infructuosos contra los defensores, sufriendo muchas bajas por disparos y cañonazos, antes de realizar un tercer asalto en el cual entran el Parque, sucediéndose un duro combate a sables, garrotes, bayonetas, navajas y culatazos; que finaliza sólo con la muerte de todos los españoles hacia las 14:00 horas.

El de Monteleón es el último combate relevante del Levantamiento. Murat dicta poco después un bando de siete artículos, ordenando fusilar a todo aquel que fuese capturado portando un arma.

Los franceses realizan arrestos indiscriminados y comienzan a fusilar decenas de civiles desde las 15:30 horas, continuando al día siguiente, hechos de los que dará constancia el pintor Francisco de Goya en su célebre cuadro " Fusilamientos del 3 de mayo " en la Moncloa, otros fusilamientos se dan en el Prado, el Retiro y en la Montaña del Príncipe Pío.

Así comienza la Guerra de Independencia Española. Durante el levantamiento, los franceses sufren 960 bajas, los españoles tienen 409 muertos y 170 heridos; los fusilados identificados ascienden a 144, pero habría bastantes más, pues muchos cadáveres no son reclamados.

El alcalde de Móstoles es el primer representante popular en llamar al pueblo a las armas contra los franceses: " - Españoles, la Patria está en peligro..." Pero Murat hará llegar a Napoleón un preciso informe diciendo que el ejército español es muy reducido, poco armado y precariamente uniformado, lo cual es cierto. 

El Emperador se dispone a dominar militarmente España enviando tropas al mando de los siguientes generales y destinos: Saint Cyr a Cataluña, Moncey a Valencia, Dupont a Andalucía, Lefebvre y Desnouttes a Zaragoza, Reille a la Mancha, Duhesme cerca de Portugal, donde está Junot. Bessiéres asegurará la ruta de Francia hasta Madrid.

Guerra de Independencia Española

La Guerra de Independencia Española ( 1808-1814 )

 2 mayo 1808: Alzamientos antifranceses en capitales de Portugal, como Oporto.

 5 a 10 mayo 1808:

Abdicaciones de Bayona.

Napoleón ha planeado hacerse con la corona de España valiéndose de una antigua fórmula legal propia de las monarquías: la abdicación, la cesión contractual de los derechos al trono por parte de quien los ostenta a otra persona, aunque no sea pariente consanguíneo.

Bonaparte retiene en la ciudad francesa de Bayona a Carlos IV que fue rey español hasta ser recientemente derrocado por su hijo Fernando VII, que odia a su padre mientras admira profundamente al Emperador francés, que los mantiene con todo lujo de atenciones en estancias separadas, incomunicándoles del exterior.

El 5 de mayo, y sin que Fernando VII se entere, el Emperador ofrece a Carlos IV una pensión anual de 30 millones de reales y asilo vitalicio en Francia junto a su esposa y su predilecto Secretario de Estado, Manuel Godoy, a cambio de abdicar el trono en su persona, lo cual acepta, presumiblemente amenazado de muerte.

El 6 de mayo Napoleón obtiene de Carlos IV otro documento por el cual toda la familia de la Casa Borbón española renuncia a sus derechos sobre el trono de España.

El 10 de mayo, tras permitir que Fernando VII se enterase de forma sesgada del levantamiento del pueblo de Madrid contra los franceses, el Emperador le oferta una pensión anual de 4 millones de reales y una residencia de lujo a cambio de abdicar a favor de su padre y nombrar al mariscal Murat como Lugarteniente General del Reino de España. Burlado, el ambicioso joven firma.

Napoleón consigue así el trono de España, pero no cumplirá varias promesas hechas a la depuesta familia real española. Fernando VII, su hermano el infante Carlos María Isidro y su tío Antonio Pascual serán confinados en el castillo de Valençay desde este día, disfrutando de fiestas y cacerías durante los próximos 6 años.

23 mayo 1808

Los Ingenieros de Alcalá de Henares.

Los 700 soldados del batallón ingenieros de Alcalá de Henares son las primeros del Ejército Español en alzarse contra las tropas francesas. Desobedeciendo las órdenes del mariscal Murat y sus amenazas, abandonan su cuartel y se marchan a Valencia con la caja del cuerpo, conteniendo esta millón y medio de reales. Los valencianos les reciben con gran entusiasmo. Este hecho marca el inicio de las acciones de insurrección hispanas contra los ocupantes franceses.

24 mayo 1808: Se forma en Oviedo la primera Junta Provincial española contra los franceses.

24 mayo 1808: El general Gullielmi es destituido en Zaragoza y encarcelado.

24 mayo 1808: Manifestación en León a favor de la restauración de Fernando VII

24 mayo 1808: Revueltas antifrancesas en Badajoz y Cartagena.

25 mayo 1809: Proclama de Napoleón anunciando el cambio de régimen en España.

25 mayo 1809: La Junta Provincial de Asturias se proclama independiente de Francia.

27 a 30 mayo 1808:

Las Juntas Provinciales.

La abdicación del rey Fernando VII en Francia, la creciente presencia militar francesa en España y el levantamiento popular de Madrid sumen al pueblo español en una gran incertidumbre sobre su futuro. En León, una muchedumbre de ciudadanos toma las calles, obligando al ayuntamiento a constituir una Junta Provincial como se hizo en Oviedo, esperando tranquilizar así a los vecinos.

Pero los leoneses siguen preocupados y con los ánimos exaltados. Las autoridades eclesiásticas intervienen, celebrándose el día 27 otra reunión en el Palacio Episcopal, creando una institución más relevante, que asegure la paz social así como la independencia y mantenimiento de la administración local al margen de la inestable coyuntura política, constituyéndose tres días después la Junta Suprema de León, a imitación de la que el rey nombrase en Madrid.

El próximo 1 de junio, la Junta Suprema se arroga el poder ejecutivo provincial en nombre de Fernando VII, con potestad para el cese y nombramiento de cargos civiles y militares, al margen de los designios de las autoridades designadas desde Francia o por los ocupantes franceses y sus partidarios. La administración centralizada del reino de España irá desapareciendo a medida que se crean más Juntas provinciales, que llegarán a sumar trece.

Las Juntas comienzan a actuar por separado, pidiendo ayuda militar a Inglaterra: la de Valencia suplica que levante el bloqueo de Cádiz y Mahón, Mallorca mandará un emisario a Londres, Murcia pide un préstamo de millón y medio de pesetas para rearmarse; Granada negocia el desarme de los soldados ante Gibraltar; Sevilla pide barcos para repatriar el contingente del Marqués de la Romana, y la de Asturias comienza a negociar una alianza militar...

27 mayo 1808: El pueblo de Cádiz destituye el cabildo, por ser partidario de los franceses.

29 mayo 1808: El general Solana es asesinado en Cádiz por el falso rumor de ser afrancesado.

30 mayo 1808: Revueltas antifrancesas en Granada y La Coruña.

30 a 31 mayo 1808:

Las Juntas de Armamento y Defensa.

Los vallisoletanos, leales partidarios de Fernando VII, salen a protestar por las calles de la capital profiriendo gritos a favor del rey y en contra del Capitán General de Castilla la Vieja, el general García Cuesta, acusándole de pasividad ante la ocupación francesa.

Los ciudadanos, apoyados por el clero, se concentran en la plaza mayor ante el ayuntamiento, donde reciben el respaldo del consistorio, atreviéndose a exhibir una horca y vociferar amenazas de muerte contra el general si no ordena formar una milicia contra los invasores.

El próximo 2 de junio el general Cuesta crea la primera Junta de Armamento y Defensa española, organismos encargados de gestionar el reclutamiento de tropas y el acaparamiento de armas y abastecimientos con los cuales organizar guarniciones en las poblaciones y unidades militares de campaña. Por lo común se reclutan varones sanos entre 16 y 40 años.

Estas Juntas de Armamento estarán supeditadas a las Juntas Supremas o Provinciales en los aspectos administrativos y a las Capitanías Generales en los militares; de las cuales habrá dos: la del general Palafox en Zaragoza, y la del general Cuesta en Valladolid

31 mayo 1808: Manifestación antifrancesa en Zamora

 2 junio 1808: Se crean las Juntas de Armamento de Valladolid y Zamora.

 3 junio 1808: Levantamientos antifranceses y Juntas de Armamentos en Segovia, Palencia y Soria.

 3 junio 1808: Los franceses fusilan a varios españoles en Barcelona por intentar una rebelión.

 4 junio 1808: Levantamiento antifrancés en Salamanca.

 5 junio 1808: Los habitantes de Ciudad Rodrigo asesinan a su gobernador, por afrancesado.

 5 junio 1808: Se crean Juntas de Armamentos en Salamanca, Ciudad Rodrigo y Astorga.

 6 junio 1808:

Comienzan los Desastres de la Guerra.

Como sucedió en un número creciente de municipios españoles, el pasado 3 junio los ciudadanos de Palencia salieron a la calles exigiendo a sus autoridades la entrega de armas para luchar contra los invasores franceses. El anciano general Tordesillas organizó la Junta de Armamento y Defensa de Palencia, enviando proclamas patrióticas a todos los ayuntamientos animando a todos los hombres sanos de la región a luchar por su patria.

El mariscal francés Bessiéres, cuyas tropas están acantonadas en Burgos, teme que el levantamiento de los palentinos pueda cortar su ruta de suministros y comunicaciones con Francia, ordenando al general Merle que se replegase de Santander para ayudar al general Lasalle a aplastar a los rebeldes de Palencia, saliendo este de Burgos el 4 junio.

Hoy, Lasalle y Merle se encuentran en el pueblo de Dueñas, reuniendo una división de infantería apoyada por varias unidades de caballería, sumando en total unos 6.000 soldados. Al entrar sus Dragones exploradores en la villa de Torquemada, encuentran el puente barricado, siendo recibidos por disparos de unos 500 palentinos, quienes, parapetados en sus casas y la pequeña iglesia local, piensan luchar con escopetas y aperos, ignorando el tamaño del contingente francés.

El temerario asalto palentino causa algunas bajas entre los jinetes franceses, que se retiran en medio de los gritos de júbilo de los españoles, informando haber sido atacados a traición, encontrando fuerte resistencia. Lasalle ordena tomar la villa, pensando hallarse ante un grupo considerable de milicianos ocultos en el pueblo, los proscritos por Bessiéres.

Hacia las 17:00 horas comienza la embestida propia de los ejércitos del Imperio Francés: una unidad de Zapadores vuela la barricada del puente al amparo de fuego de artilleros y fusileros, pasando los Granaderos al asalto apoyados por caballería. Los pobres vecinos comprenden entonces su grave error de apreciación y huyen despavoridos, mientras los franceses les masacran a sablazos y bayonetazos dentro y fuera de sus casas, sin misericordia alguna.

Un último grupo de palentinos aguanta encerrado de la iglesia de Santa Eulalia tras haber tapiado apresuradamente la puerta con cascotes, abriendo fuego desde el campanario. Los franceses derriban el frágil muro e irrumpen en el templo, asesinando a los defensores y a sus paisanos desarmados allí refugiados. Luego asolan las granjas, bodegas y caseríos de la zona, incendiándolos después de haber robado bienes, enseres, ganado y vituallas.

El primer gran saqueo francés de una localidad española se salda con decenas de muertos. Han sido sustraídos unos 517.000 reales en moneda de la iglesia y una ermita cercana, despojadas además de sus objetos de culto, un sacrilegio más entre cristianos. Las pérdidas privadas no han sido tasadas. Todos los supervivientes han escapado a otras localidades cercanas, donde la gente también huirá presa del temor a la llegada del enemigo.

Las tropas de Lasalle merodearán sin oposición por los campos de Palencia durante las dos próximas semanas, saqueando y matando para desalentar cualquier posible insurrección, a la par de abastecerse. El obispado palentino pagará un tributo a Bessiéres para sufragar los gastos de manutención de sus guarniciones y saciar las ansias de botín. Pero los campesinos estarán expuestos a actos de rapiña sutil siempre que haya franceses cerca.

Incontables situaciones similares o peores que esta se sucederán en todo el territorio español durante los próximos 5 largos años de ocupación francesa, soliviantando a los hispanos a alzarse contra un ejército que los afrancesados presentaban como civilizado y modernizador.

Los ejércitos imperiales acostumbran a saquear el patrimonio cultural de todos los estados que ocupan; sea para mantenerse, llenar museos y bibliotecas de Francia o por pura codicia individual. España no es una excepción. Así serán desposeídos los documentos del castillo de Simancas, los volúmenes de la Biblioteca Real, los tapices de la Real Fábrica o las obras de arte del Escorial... muy pocas localidades e instituciones se librarán de la rapiña francesa.

Con los expolios se inicia una vorágine de odio, lucha sin cuartel, miedo, represión y barbarie, pues junto a los robos no será infrecuente que la soldadesca asesine a quienes intenten resistirse y cometa violaciones de mujeres, incluso monjas. Los civiles no podrán defenderse, pero si vengarse, devolviendo a los invasores su misma crueldad; al principio asesinando de noche a quienes tengan la imprudencia de confiarse y alejarse de los suyos.

Españoles y franceses inician así una escalada de brutalidad. Pronto será una práctica común en España torturar a prisioneros y mostrar cadáveres descuartizados en las veredas de los caminos, tal y como retratará el pintor Francisco de Goya en su serie "Los Desastres de la Guerra".

 6 junio 1808: Se publica en España el Bando de Movilización general contra Francia.

 6 junio y 14 julio 1808: 

El Tambor del Bruch

Desde Barcelona parte una columna de 4.000 soldados franceses al mando del general Schwartz con la misión de asegurar la zona de Lérida y Manresa, donde se han dado levantamientos populares antifranceses. Una vez asegurad, podría pasar por la zona un ejército para reforzar a las tropas del general Moncey en Tortosa.

La columna de Schwartz es emboscada en las cañadas del Bruch por tan sólo unos 400 somatenes, milicianos voluntarios de Manresa, Igualada, Sallent, y Sampedor, atacando estos con altisonantes redobles de tambor, a lo que los franceses responden formando en cuadro. Debido al eco de los tambores y al nutrido fuego somatén, los franceses creen que el número de atacantes es muy superior por haber entre ellos  soldados regulares del ejército español, retirándose en desbandada hacia Barcelona. Los somatenes, excelentes tiradores, les causan 360 bajas y les capturan 60 caballos.

El 14 de julio los franceses intentarán volver a atravesar las cañadas del Bruch, esta vez Schwartz contará con los refuerzos del general Chabrán, pero su asalto es rechazado de nuevo por los somatenes, más y mejor organizados. En consecuencia, el ejército de Moncey no podrá ser reforzado cuando marche sobre Valencia.

 8 junio 1808: Tropas francesas al mando de Dupont ocupan Córdoba.

 8 junio 1808: José Bonaparte es nombrado por Napoleón rey de España, pero se niega.

 8 junio 1808: Combates en Tudela, en Navarra, y en el Puente de Alcolea, en Andalucía.

10 junio 1808: Motín antifrancés del regimiento español Murcia, en Portugal.

10 junio 1808: Combate del Llobregat, en Cataluña.

12 junio 1808: Combates en Mallén, en Aragón, y en el Puente de Cabezón, en León.

14 junio 1808: Comienza el I Sitio de Zaragoza.

14 junio 1808:

Rendición de buques franceses en Cádiz.

Después de la derrota de Trafalgar, acaecida hace 3 años, los navíos franceses Héroe, Neptune, Venceteur, Plutón y Algeciras, así como la fragata Cornelia, se hallaban fondeadas en el puerto gaditano al mando del vicealmirante Rosilly, inmóvil por el Bloqueo Continental de la Royal Navy. Tras el levantamiento antifrancés de Cádiz, los españoles le piden el 30 de mayo entregar su flota. Hoy el vicealmirante rinde a los españoles su escuadra, tras ser cañoneada por barcos pequeños y una batería los pasados días 9 a 10 de junio.

20 a 21 junio 1808: Las tropas del general Duhesme intentan sitiar Gerona.

21 junio 1808: Combate del río Cabriel, en Valencia.

23 junio 1808: Tropas francesas del general Merle ocupan Santander.

 5 julio 1808: José Bonaparte es designado de nuevo por Napoleón rey de España, y acepta.

 8 julio 1808: Napoleón ordena la redacción de una Constitución para España.

14 julio 1808

Batalla de Medina de Ríoseco.

El día 6 de julio Gregorio de la Cuesta, capitán general de Valladolid, y el general Blake planean atacar a la aislada guarnición francesa de Palencia, al mando del general Lasalle, para cortar las rutas de comunicaciones y suministros de los invasores entre Madrid y la frontera de su país.

Las maniobras españolas son advertidas por Napoleón. El mariscal Bessiéres sale de Burgos, llegando a Palencia el 9 de julio, marchando hacia Benavente al mando de dos divisiones y dos brigadas de infantería, un cuerpo de caballería y otro de la Guardia Imperial, en total unos 14.400 soldados y 32 cañones.

El día 13 de julio los franceses llegan a Ampudia. Cerca de allí, en Medina de Rioseco, el general Cuesta cuenta con los 12.300 hombres y 5 cañones del Ejército de Castilla, esperando reunirse mañana con los 9.400 soldados y 15 cañones del Ejército de Galicia del general Blake.

Hoy a las 02:00 horas, los franceses reanudan su marcha, llegando al cercano pueblo de Palacios, a las 06:00 horas. Los exploradores advierten de la presencia de los castellanos cerca de Medina de Rioseco, y Bessiéres ordena comenzar el ataque inmediatamente, para impedir que las tropas españolas se agrupen.

Sorprendidos por la celeridad del avance francés, los hispanos pasan a la defensiva donde se hallan, de forma descoordinada: el Ejército de Castilla se despliega en terreno abierto al este de Medina de Rioseco, mientras el Ejército de Galicia se asienta entre la meseta de Valdecuevas y el monte Moclín, unos 3 kilómetros al este.

Bessíeres ordena atacar a las tropas de Blake. La división de Mouton avanza al norte del Moclín, vigilando al distante Ejercito de Castilla y separándolo del Ejército de Galicia, al cual la división de Merle intenta flanquear por el sur de l meseta mientras la brigada de Sabathier acomete el Moclín con apoyo de caballería ligera.

Cuesta y Blake no pueden calcular el tamaño de la fuerza francesa a la que se enfrentan, al moverse ante el sol del amanecer, y levantando una gran polvareda del seco firme pucelano que la encubre aún más. Cuesta, en un exceso de prudencia, juzga inferior a la fuerza atacante y decide mantener sus posiciones confiando en que Blake, mejor situado, resistirá fácilmente.

La brigada de Sabathier ataca tras el alba, pero los navarros del general Blake les rechazan. Por la mañana la división de Merle prosigue lanzando asaltos desde el sureste, obligando a los españoles a girar el frente de su línea hacia esta dirección, dejando demasiado expuesto su flanco izquierdo, situado ahora en el monte Moclín.

Hacia las 11:45, una carga de cuatro escuadrones de caballería ligera enviada por Sabathier expulsa a los infantes hispanos del Moclín. La brigada de Lasalle rompe el flanco izquierdo de Blake y envuelve el Ejército de Galicia, cuyos aterrorizados soldados comienzan a desbandarse, dispersándose hacia Astorga.

Cuesta ordena una carga frontal contra la división de Mouton, pero sus infantes, curtidos en las Guerras de la Revolución, aguantan en inferioridad numérica la embestida hispana durante casi dos horas, a medida que van recibiendo refuerzos, mientras la caballería francesa amenaza con flanquear las líneas españolas.

Bessiéres prepara al ataque final encabezado por las divisiones de Mouton y Merle. Cuesta opta por retirarse a León hacia las 14:00 horas. En el subsiguiente saqueo francés de Medina de Rioseco varios vecinos son asesinados, muchas mujeres, incluso monjas, violadas, y unas 40 casas incendiadas. El monto de robos y daños asciende a 2.000.000 de pesos fuertes.

Los españoles han sufrido unas 2.800 bajas entre muertos, heridos y prisioneros; otros 2.000 se dan por desaparecidos. Los franceses tienen unas 1.100 bajas; entre sus muertos figura el general d'Armagnac.

Esta victoria supone el fin de la resistencia del ejército regular español en Castilla. Tras enterarse de la noticia, Napoleón dirá: "- Esta batalla ha puesto en el trono de Madrid a mi hermano José."

15 julio 1808: el mariscal Murat, duque de Berg, es nombrado por Napoleón rey de Nápoles

19 a 21 julio 1808

Batalla de Bailén.

Tras el Levantamiento del Dos de Mayo, Napoleón encomienda al general Dupont que se adentre en Andalucía, al sur de España, al mando del 5º Cuerpo de Observación de la Gironda, de unos 11.400; y el pasado 8 de julio llegan a Córdoba, saqueándola.

El Capitán General Francisco Javier Castaños, Gobernador General del Campo de Gibraltar, reúne un ejército de 24.440 infantes, 2.630 jinetes y 50 piezas de artillería, que tratan de cortar la retirada francesa e incomunicarles de Madrid. 

Ante la proximidad de las tropas españolas, los estrategas franceses acuerdan enviar dos ejércitos más para formar una fuerte línea defensiva en el río Guadalquivir. Dupont ordena a sus extenuadas tropas retirarse de Córdoba, y Castaños divide en dos columnas a su ejército el 13 de junio, una marchará hacia Andújar, y la otra, con 17.500 infantes al mando de Réding, va hacia Bailén, en la retaguardia francesa.

Los franceses de Dupont llegaron a Andújar, tras una larga marcha bajo el sol y sin agua; sin embargo allí se reúnen con los 9.600 hombres de refuerzo al mando de Vedel, ahora las fuerzas francesas suman 21.000 infantes y 5.000 jinetes. Pero las tropas de Vedel son enviadas hacia Bailén para proteger la retirada del resto.

El día 18 por la tarde el resto del ejército francés reanuda su camino hacia el Gualdalquivir con unos 2.300 de sus hombres enfermos, encontrándose hacia las 05:00 horas del 19 de julio con las más numerosas fuerzas de Réding, en el puente del Ramblar, cerca de Bailén. Las tropas de Vedel parecen haberse perdido en la zona, mientras las de Castaños se aproximan desde Andujar a la retaguardia de Dupont.

El general Chabert carga contra la infantería española de Réding dos veces, intentado atravesar sus líneas en vano y salir de la trampa antes de que se cierre, pero son repelidos por nutridas descargas de fusilería. Hacia las 10:00 de la mañana muchos franceses comienzan a desmayarse víctimas de la fatiga y la deshidratación. 

Un tercer ataque es rechazado por la artillería hispana y otro cuarto fallido ataque hace pensar a Dupont en capitular, pues a las 12:30 horas sólo cuenta con unos 2.000 soldados en condiciones de luchar. Al breve son flanqueados por avanzadillas de Réding, y Dupont cree que se trata de las tropas de Castaños. Los franceses piden parlamentar para acordar su rendición poco antes de la llegada de las tropas de Vedel y Castaños al campo de batalla. Las negociaciones durarán dos días.

Los franceses pierden 2.200 muertos y 400 heridos, otros 8.200 soldados son capturados, más 16 generales y 469 oficiales. Estos últimos son liberados, junto a los 9.600 soldados de Vedel, y se les permite regresar a Francia con su botín, a cambio de dejar al resto de sus hombres como prisioneros, quienes serán abandonados por los españoles en la isla de Cabrera, donde pasaran grandes calamidades. Entre los españoles habría 240 muertos y 730 heridos.

Esta batalla es la primera rendición y gran derrota de un ejército napoleónico, y tiene gran repercusión en toda Europa, donde hasta hoy los franceses eran invictos. La primera consecuencia es que Napoleón ordena evacuar a sus tropas de Madrid.

20 julio 1808: José I Bonaparte entra en Madrid.

22 julio 1808: Comienza el I Sitio de Gerona.

28 julio 1808:

Defensa de Valencia

Con el fin de sofocar el levantamiento antifrancés de la región española de Valencia, Napoleón envía al mariscal Moncey, al mando de la división Musnier, de 8.000 infantes, 1.300 jinetes y 16 cañones. 

El 21 de julio los franceses avanzan desde la Minglanilla sobre las alturas que dominan el puente Pajazo repeliendo una emboscada española de poca envergadura cuyos supervivientes, unos 2.800 milicianos y 200 soldados se retiran al desfiladero de las Cabrillas, al que los franceses llegan el día 24, en el enfrentamiento que allí se produce mueren o resultan heridos unos 600 españoles y más franceses aún.

Hoy los franceses llegan a Valencia capital, defendida por 20.000 milicianos con 8 cañones de gran calibre, apostados en barricadas y fortificaciones. Los paisanos, arengados por el Padre Rico, logran rechazar los asaltos de los franceses y hacen salidas contra ellos desde las 11:00 horas, causándoles muchas bajas e inutilizándoles bastante artillería; Moncey desiste de continuar atacando hacia las 20:00. 

Los franceses, temiendo ser cercados por tropas españolas que venían en socorro de la capital, abandonan Valencia y continúan camino a Albacete el día siguiente, dejando atrás su artillería y unas 2.000 bajas; los hispanos han tenido muy pocas.

29 julio 1808: Combate de Evora, en Portugal.

1 a 8 agosto 1808: 

Wellesley desembarca en Portugal.

El general Sir Arthur Wellesley, futuro Duque de Wellington, desembarca en la bahía de Mondego al mando del ejército expedicionario de 15.000 británicos, iniciando así su campaña en Portugal, ayudando a sus habitantes a independizarse de los franceses: la Península Ibérica se ha convertido en el principal campo de batalla de las Guerras Napoleónicas. En primer lugar, los ingleses marcharán hacia Lisboa.

Este desembarco tiene lugar después de ser rechazado en julio en La Coruña, pues las juntas provinciales españolas habían manifestado su deseo de recibir de los ingleses dinero o armas, pero no tropas; por esta razón los 9.000 soldados que viajaban con Wellesley no recibieron permiso para desembarcar: " - Los pechos españoles son más que suficientes para arrostrar la situación." les hicieron saber. 

El desencuentro entre españoles y británicos proviene del hecho de ser enemigos desde hace dos siglos y medio. Por otra parte, Wellesley es un gran desconocido en Europa, aunque es un oficial experimentado tras nueve años de campaña en las Guerras Maharata, en la lejana India.

 6 agosto 1808: Bilbao se rebela contra los franceses.

 9 agosto 1808: El rey José Bonaparte entra en Burgos durante su retirada desde Madrid.

10 agosto 1808: 

Rebelión de los españoles en Dinamarca.

La División del Norte, integrada por españoles, permanece desde julio de 1807 en las ciudades hanseáticas e islas danesas, al mando del Marqués de la Romana, con el Mariscal Juan Kindelán de segundo oficial, pero supeditados al Mariscal Bernadotte.

El general Castaños pide al gobernador de Gibraltar que a través de la Royal Navy se informe a La Romana de la nueva situación. Arthur Wellesley encuentra a un clérigo, Robertson, que lleva a Dinamarca la noticia del levantamiento antifrancés; pero La Romana no le cree. El 24 de junio unos oficiales venidos de España le convencen. 

El 16 de julio, la policía de Amberes informa a Bernadotteque la División del Norte puede desertar embarcando en navíos británicos, en cualquier momento. El 22 de julio, Bernadotte ordena a La Romana que él mismo y sus tropas presten "... el juramento que deben al Rey José Napoleón..." para asegurarse su lealtad.

El 1 de agosto, los hispanos juran fidelidad a José Bonaparte pronunciando la condición "...si el pueblo español lo había aceptado..." Al día siguiente, los Dragones y los artilleros se pronuncian contra Francia. La Romana informa a Bernadotte, quien responde amenazadoramente. Napoleón ordena que los españoles sean vigilados.

Un oficial español logra subir a un barco inglés fondeado en Nyborg, y su capitán, Keats, le promete embarcar a cuantos españoles pueda. La Romana planifica reunir todas las tropas hispanas que pueda en Fionia, pasar a Languelandia, y desde allí embarcar a España, concertando con los británicos que una flota fuese a recogerles.

Hoy 10 de agosto los soldados españoles de Zeelandia se rebelan; mientras de La Romana pasa a Languelandia desde Fionia. De Jutlandia escapa sólo el Regimiento de Caballería Real; el de Algarbe es detenido por los franceses, debido a la traición de Kindelán, quedando presos de Bernadotte  unos 5.175 soldados españoles.

El 27 de agosto el convoy británico llega a Gothemburg, esperando que algunos rezagados llegasen, pero nadie se presenta. El día 12 levan anclas y arriban en Santander el 10 de octubre. Lo que queda de la División del Norte se unirá al ejército del general Blake. La Romana va antes a Londres y llega a España el 19 de octubre.

Los españoles prisioneros en Dinamarca son internados en un campo en Maguncia, hasta que en mayo de 1809 sean alistados en el Regimiento de José Bonaparte; que participará en la campaña rusa de Napoleón de 1812, desertando la mayoría, para terminar sirviendo en el Regimiento Royal Alexandre de la zarina Isabel Alexevna.

14 agosto 1808:

Fin del I Sitio de Zaragoza.

Tras fracasar un intento de asaltarla, los 13.000 soldados de los generales Lefebvre y Desnoëttes pusieron sitio hace dos meses a la capital aragonesa, defendida por unos 8.110 hombres.  

El día 24 de junio los franceses dispersaron a una columna de socorro española de 4.000 voluntarios, tres días después desalojaron a la guarnición española del monte Torrero. 

Del 29 al 30 de junio bombardean la ciudad con unas 1.400 bombas y granadas; sin embargo pudo entrar un refuerzo español de 1.300 soldados liderados por el capitán general Palafox. Después se sucede un asalto de 6 columnas francesas de 500 a 600 soldados cada una apoyadas por caballería, todas son rechazadas.

El 1 de agosto el general Bezancourt trae más refuerzos franceses, hasta sumar sus tropas 15.500 hombres. Se sucede otro bombardeo de 4 días que destruye casi toda la artillería zaragozana y abre tres brechas en las murallas por las que entran los invasores, que son rechazados en combate callejero cuerpo a cuerpo; resultando heridos 1.500 franceses, entre ellos Bezancourt, y otros 460 son muertos.

El día 8 de agosto el general Palafox expulsó a los franceses a la orilla norte del Ebro. Las tropas del general Verdier que continúan el asedio se ven obligadas a replegarse a Tudela como consecuencia de la debacle francesa sucedida recientemente en Bailén.  

La defensa de Zaragoza por parte del general Palafox es una de las acciones más heroicas y mejor libradas de toda la Guerra de Independencia Española.

16 agosto 1808:  

Fin del I Sitio de Gerona.

Para ayudar a la defensa de la guarnición francesa de Barcelona, el general Duhesme intentó sitiar a la ciudad de Gerona hace 3 semanas con 5.000 soldados, aunque hubo de desistir al día siguiente. 

El 17 de julio Duhesme parte de Barcelona con 6.000 hombres y 13 cañones para intentar asediar Gerona. Para ayudarle, Napoleón envía otro contingente de 7.000 soldados y abundante artillería al mando del general Reille, con la misión de tomar el castillo de Figueras, la ciudad de Rosas y luego unirse al sitio de Gerona. Duhesme llega ante Gerona el 20 de julio.

El 9 de agosto los sitiadores recibieron más refuerzos, pero con la orden de levantar el sitio y acudir a Barcelona. Antes de irse, iniciaron un último asalto el día 12. Hoy llega una columna española de socorro al mando de Caldagués, que realizando un ataque coordinado con los defensores de Gerona, obliga a los franceses a levantar el sitio; Reille se retira a Figueres y Duhesme a Barcelona.

16 agosto 1808: Combate de Obidos, en Portugal.

16 agosto 1808: Tropas francesas al mando de Merlin toman Bilbao.

17 agosto 1808

Batalla de Rolica.

En Portugal, el general francés Delaborde, con sólo 3.500 soldados, espera refuerzos de los generales Junot y Loison para rechazar el contingente expedicionario británico al mando de Wellesley, de unos 15.000 soldados. Sin embargo los refuerzos franceses no llegan antes que las columnas inglesas.

La posición defensiva de Delaborde es extremadamente fuerte. Wellesley ataca por el flanco sin éxito, y una segundo asalto de flanco es rechazado al adelantarse el coronel del 29º Regimiento, sufriendo casi un 50 % de bajas. Wellesley ordena un ataque general, y Delaborde se retira tras su victoria defensiva.

Los franceses tuvieron 700 muertes, mientras que los británicos alrededor de 500; es la primera batalla entre los ingleses y franceses en la Península Ibérica.

21 agosto 1808

Batalla de Vimeiro.

Los 14.500 ingleses  y 2.500 portugueses del general Wellington habían llegado a Vimiero, tomando posiciones para proteger otro desembarco el día 18 de agosto, que elevó su ejército a 19.000 soldados. El general Junot les ataca con 13.000 franceses, intentado derrotarles antes de que les llegasen más refuerzos vía marítima. 

Junot divide su ejército en dos grupos; el ataque principal consta de tres oleadas de infantería por el sureste de Vimeiro, rechazado por descargas de fusilería inglesa desde sus posiciones elevadas; el segundo ataque tiene lugar al flanco norte de Vimeiro y también es detenido. Luego sucede un choque de fuerzas de caballería, tras el cual los franceses comienzan a replegarse y Wellesley ordena perseguirles.

Junot se retira hacia Torres Vedras tras sufrir 2.000 bajas y perder 13 cañones. Tras esta batalla, el ejército francés de Portugal queda aislado de Francia y los ingleses se afianzan en la Península: el general John Moore desembarcará con 10.000 soldados británicos más, y otros 14.000 del general Baired desembarcarán en la Coruña.

30 agosto 1808

Capitulación de Cintra.

Los generales ingleses Dalrymple y Burrand recién llegados a Portugal, toman el mando del cuerpo expedicionario británico y comienzan a negociar con los derrotados franceses los acuerdos de su rendición.

Dichos generales permitirán a los soldados del general Junot y al resto del contingente napoleónico, en total unos 26.000 soldados, abandonar el país con sus armas, equipos y botín a bordo de naves inglesas rumbo a Francia. Ni siquiera les harán prometer no volver a luchar contra los ingleses o no retornar a Portugal.

Cuando este acuerdo, hecho sin la aprobación del general Wellesley, se conozca en Inglaterra causará indignación pública y será motivo de protestas masivas. Tras una investigación en Londres, ambos generales serán hallados culpables y no volverían al servicio activo.

Wellesley firma la capitulación pero la denuncia, por lo cual será exonerado de cargos; aunque se sospecha que en un primer momento aceptó con tal de no perder protagonismo en una futura campaña inglesa en la Península Ibérica. 

27 septiembre 1808: Entrevista entre Napoleón y el zar Alejandro I en Erfurt.

13 octubre 1808: La Junta Central, presidida por Floridablanca, crea las Milicias. 

25 octubre 1808: Combates de Logroño y Lodosa, en Navarra.

27 octubre 1808: El general sir John Moore sale de Lisboa y marcha hacia Salamanca.

31 octubre 1808: Combate de Zornoza, en las Vascongadas.

 3 noviembre 1808: 

Napoleón entra en España.

Tras las victorias españolas sobre fuerzas francesas en Bailén, Valencia, Zaragoza y Gerona, el Emperador de Francia decide asumir personalmente el mando del ejército francés en España y atraviesa la frontera al mando de un ejército de unos 200.000 soldados de refuerzo que pone al mando de sus mariscales aumentando sus efectivos:

Víctor, con 28.000; Bessiéres, con 26.000; Moncey, con 21.000; Lefebvre, con 25.000; Saint Cyr, con 36.000, y Ney con 32.000. Otros 24.000 están al mando del propio Napoleón, otros 60.000 se hallan con su hermano José, que se retira de Madrid. Los franceses suman así unos 250.000 soldados en España.

Los invasores entran en la Península Ibérica en dos contingentes: Napoleón llega por las Vascongadas y otra fuerza liderada por el general Saint Cyr entra por Cataluña, para rescatar a la guarnición francesa de Barcelona. El ejército español, repartido por toda la geografía nacional y mal armado, cuenta con unos 140.000 soldados, al mando de Blake en el noroeste, Castaños en el sur y Palafox en el noreste.

10 noviembre 1808

Batalla de Gamonal o de Burgos.

Napoleón avanza hacia Madrid a través de territorio desprotegido por los ejércitos regulares españoles, una franja de 150 km alrededor de Burgos.

Para evitarlo, los hispanos tan sólo disponen del ejército de Extremadura, cuyos efectivos suman unos 8.530 infantes y 1.000 jinetes al mando del inexperto Conde de Belveder. Muchos de los españoles no son más que milicianos, mal vestidos, alimentados y armados.

Bonaparte envía contra ellos el 2º Cuerpo de Ejército al mando del mariscal Soult, apoyados por tropas de su Guardia Imperial, en total unos 46.000 infantes y 10.000 jinetes, que atacan el despliegue defensivo español, cuya única defensa geográfica es el bosque de Gamonal. 

El primer asalto francés barre las posiciones y unidades españolas excepto el 4º batallón de la Guardia Valona, que logra formar en cuadro y resistir heroicamente hasta su total aniquilación.

Mueren más de 2.000 españoles. Esta batalla despeja la ruta directa hacia Madrid; el único obstáculo que encontrarán los franceses será el paso de Somosierra.

10 a 11 noviembre 1808

Batalla de Espinosa de los Monteros.

Tras la victoria en Gamonal, Napoleón decide eliminar las amenazas de los ejércitos españoles de sus flancos; el mayor de estos es el ejército del general Blake, unos 12.500 hombres fatigados y 30 cañones que se reúnen con los 10.500 soldados del Marqués de la Romana acantonados en Espinosa de los Monteros; los primeros habían huido tras ser alcanzados por el mariscal Lefevre en Durango.

Bonaparte envía contra ellos a los mariscales Víctor, al mando de 21.000 hombres y Lefebvre, con 9.000 franceses; serán los primeros quienes luchen. La batalla se inicia con el ataque de la división del general Villatte sobre el ala derecha española, donde están emplazados los restos de la veterana División del Norte comandada por el Marqués de la Romana, que irónicamente había combatido en Dinamarca al lado de los franceses. 

Los hispanos aguantan el primer asalto, pero a la mañana siguiente Víctor concentra todas sus fuerzas para atacar el ala izquierda española, más débil, aunque resiste bien hasta que la mayoría de sus oficiales resultan muertos. El resto de la formación española huye; los de Blake sufren entre 5.000 y 6.000 bajas, pierden su artillería y 30 banderas; los franceses tienen unos 1.200 muertos y heridos.

14 noviembre 1808: La Junta Suprema de España declara la guerra al Imperio de Francia.

23 noviembre 1808

Batalla de Tudela.

Tras la victorias de Gamonal y Espinosa, Napoleón decide eliminar al otro contingente español que amenaza el flanco de su avance hacia Madrid: el ejército del general Castaños, acantonado en Calahorra, que reúne 42.000 soldados, 3.000 jinetes y 50 cañones.

Bonaparte envía contra él a los mariscales Moncey y Ney, y a otro ejército de 29.000 hombres al mando de su mariscal de confianza, Lannes, con una reserva de caballería de Bessiéres. Los primeros realizan una maniobra envolvente que los dispersa y el segundo encuentra a los españoles en Tudela, donde se están reconcentrando.

Castaños espera al ejército de Palafox, pero este le abandona para defender Aragón. Lannes decide atacar a los españoles antes de que lleguen sus propios refuerzos y sus enemigos terminen de reagruparse.

Apresuradamente desplegados, los 19.000 españoles no rechazan la acometida francesa, que abre grandes brechas en sus líneas, y rápidamente les derrotan. Los hispanos sufren unas 4.000 bajas y pierden unos 26 cañones. Castaños se retira a Cuenca, siendo perseguido y dispersado por Ney; tan sólo llegarán allí un tercio de sus efectivos. Los franceses tuvieron 650 bajas, pero no encontrarán oposición hispana en Castilla y León y tienen camino libre a Aragón, Asturias y Galicia.

30 noviembre 1808Comienza el II Sitio de Zaragoza.

30 noviembre 1808: 

Batalla de Somosierra.

El general español Benito San Juan cuenta con 20.000 hombres y 30 cañones para defender el puerto de montaña de Somosierra, a 1.400 metros de altitud; el único lugar por el que Napoleón puede llegar a Madrid. 

San Juan emplaza sus cañones en 4 baterías que baten las curvas más pronunciadas del camino zigzagueante que sube hasta lo alto del puerto; allí unos 12.000 hombres mal armados toman unas precarias posiciones al encontrar dificultad para atrincherarse. La última batería hispana cercana a la cima cuenta con 18 cañones, las demás, 4.

El 28 de noviembre los españoles rechazan la acometida que realiza el general Savary con 4.000 infantes y 1.000 jinetes. Tras tantear la defensa con el fallido ataque, Napoleón ordena al 1º regimiento de Lanceros polacos de la Guardia Imperial que tome las baterías, iniciando su asalto hoy por la mañana, amparados en la niebla. 

Los polacos atacan la primera batería perdiendo a su comandante y un tercio de jinetes, pero el resto sigue ascendiendo, tomando la segunda batería con grandes pérdidas, y después la siguiente batería, hasta llegar a la cima, en la que, ayudados por la infantería francesa, logran desalojar a los españoles; la mayoría consigue huir, con tal desorden e indisciplina que asesinarán al propio Benito el 7 de diciembre.

Bonaparte quedó impresionado por la actuación de los jinetes polacos, que sufrieron dos tercios de bajas, 60 muertos y 100 heridos, y abraza al comandante superviviente que dirigió las tres siguientes cargas, Niegolewski. San Juan se retira a Segovia. 

 2 a 3 diciembre 1808: Las tropas de Napoleón bombardean Madrid.

 4 diciembre 1808: 

Napoleón entra en Madrid.

Tras un día y medio de bombardeo, la ciudad alzó bandera blanca ayer, y hoy el general Tomás de Morla capitula: tan sólo contaba con dos batallones de infantería, 8.000 milicianos armados y 30 piezas de artillería, emplazadas en El Retiro, para su defensa. Napoleón pasa revista a su tropas y visita el Palacio Real, devolviendo a su hermano José al trono de España " - Que es para Francia pues yo la he conquistado."

Napoleón irá reforzando y replegando a sus contingentes en España. Así, de 1808 a principios de 1809 tendrá hasta 300.000 soldados, en 1809 bajan a 240.000, en 1810 suben a 370.000, de1811 a 1812 tendrán 290.000, y desde 1813, 224.000.

Esto contrastará con las cifras de soldados británicos que lleguen a la Península, y que oscilan, para todo el período, de 50.000 en 1809 a 60.000 en 1813, como máximo.

 5 diciembre 1808: Toma de Rosas por las tropas francesas de Saint Cyr.

10 diciembre 1808: La Junta Suprema de España e Indias se traslada a Sevilla.

16 diciembre 1808: Combate de Llinás o de Cardedeu, Réding es derrotado por Saint Cyr.

17 diciembre 1808: Tropas francesas del general Saint Cyr entran en Barcelona.

19 diciembre 1808: Valero Ripol en solitario logra la rendición de 110 franceses en Calatayud.

20 diciembre 1808: Comienza el II sitio de Zaragoza.

21 diciembre 1808: Combate de Sahagún, en León, y de Molins de Rei; en Cataluña.

24 diciembre 1808: El general inglés Moore comienza a replegarse hacia La Coruña.

25 diciembre 1808: Combate de Tarancón.

26 diciembre 1808: Combate de Benavente, en Zamora.

28 diciembre 1808: 

Partidas y Cuadrillas Guerrilleras.

La Junta Suprema Gubernativa del Reino, publica hoy unas ordenanzas para tratar de regular las partidas de milicianos y cuadrillas guerrilleras que espontáneamente han venido formando ya algunos patriotas, con la finalidad de combatir la invasión de los soldados franceses, a quienes el pueblo llano apoda "gabachos" despectivamente.

Esta medida tiene como precedentes el Bando de Movilización General, promulgado el 6 de junio y la Declaración de Guerra al Imperio de Francia, con fecha del 14 de noviembre. Más tarde, el 17 de abril de 1809, se publicará igualmente una Instrucción para el Corso Terrestre, que viene a decir que los guerrilleros tendrán derecho a incautarse de las propiedades de aquellos franceses que logren derrotar.

Se publicarán más regulaciones el 11 de julio de 1812 y el 28 de julio de 1814, estas con el título de Reglamento para Cuerpos Francos o Partidas de Guerrillas.

Los guerrilleros agrupan a tanta gente que serán registrados por el Estado Mayor del Ejército Español. Las primeras unidades de infantes se forman en Cataluña: el 13 de octubre de 1808, los somatenes suman 10.500 hombres, y en junio de 1809, los 20 tercios de migueletes existentes, con 14.300 voluntarios, constan como el 1º Ejército. Los jinetes guerrilleros se censan como Húsares Francos o Lanceros desde diciembre de 1811, serán el 5º Ejército español, sumando 4.400 hombres ese año.

Al fin de la Guerra de Independencia habrá unos 50.000 guerrilleros agrupados en 32 batallones o regimientos. Espoz y Mina tendrá 8.000 en Navarra, Durán y Amor a 2.500 en Castilla y el Conde de Montijo en Valencia a otros tantos, Villlacampa tiene a 3.000 en Aragón, Bassecourt en Cuenca lidera a 2.000, El Empecinado anda en Guadalajara con 1.500 y Martínez por la Mancha con otros tantos...

Estos guerrilleros asaltan convoyes de armas y suministros, almacenes, guarniciones y patrullas. Interceptan correos, documentos y desvalijan a los invasores. A diario mueren decenas de soldados franceses en sus ataques súbitos y esporádicos; pues no suelen dar cuartel. Algunos son muy osados: El Charro llegará a secuestrar en solitario al gobernador francés de Salamanca, únicamente para recuperar su caballo.

Al contrario que el resto de la Europa, en España los franceses sólo dominan los lugares donde se hallan, a pesar de haber derrotado a todos los ejércitos regulares y haber tomado la capital. Varias plazas aún resisten, y el campo abierto les resulta hostil, siendo su ocupación realmente insegura e incierta. 

Las guerrillas colaborarán con los ejércitos aliados en tareas de información, además de obstaculizar la movilidad francesa. Unas se unirán a los nuevos ejércitos que se formen, otras se disuelven tras un tiempo. Sin embargo, estarán entre aquellos que hagan decir a Napoleón: " - La guerra en España... esa desdichada guerra me perdió."


Aquí finaliza esta cronología. 

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